Todos hemos experimentado en algún momento el sentimiento de soledad. El ser humano es social por naturaleza, lo cual significa que necesita el contacto y la relación con otras personas. Las relaciones interpersonales nos aportan seguridad y bienestar, dos aspectos que son esenciales para mantener nuestro equilibrio psicológico.
Durante la adolescencia se producen numerosos cambios en los diferentes contextos sociales. Se da un proceso de autonomía y distanciamiento respecto a los padres y la relación con los iguales adquieren una elevada importancia y se vuelven más complejas. Las dificultades para adaptarse a todos estos cambios aumentarán el riesgo de experimentar sentimientos de soledad. Asimismo, los compañeros jugarán un papel importante en el desarrollo emocional y de habilidades sociales.
Por lo tanto, la falta de relaciones con iguales adecuadas y/o de un entorno familiar que acompañe al adolescente en esta etapa, comportará dificultades que aumentarán el riesgo de experimentar soledad y las consecuencias que esta conlleva.
La soledad en la adolescencia es una sensación habitual que se produce en muchos adolescentes. Este sentimiento puede aparecer incluso si ellos están acompañados, ya que pueden pensar que nadie los entiende y que tienen gustos diferentes.
Del mismo modo, la falta de autoestima y la timidez que acompañan esta etapa son, a menudo, las causas que explican estas dificultades de socialización.
Autores como Scalise, Ginter y Gerstein descubrieron cuatro factores vinculados al sentimiento de soledad:
- Agotamiento. Descenso de la energía y el rendimiento vinculados, en esta ocasión, a la falta de sentido vital.
- Aislamiento. Experiencia de segregación social.
- Inquietud. Relacionada con la frustración, displacer y tensión asociadas a la soledad.
- Abatimiento. Sensación de desaliento más ligada a la depresión.
¿Por qué se sienten solos los adolescentes?
Hay muchas más razones que pueden provocar la soledad en la adolescencia, aunque estas son algunas de las más comunes:
- Prejuicios y críticas.
- Problemas familiares.
- Insatisfacción con la vida.
- Falta de amistades verdaderas.
- Falta de aceptación social.
- Miedo a hablar y compartir opiniones.
- Incomprensión por parte de los demás.
- Las elecciones de los adolescentes no son aceptadas, como los gustos musicales, el estilo de moda o la personalidad.
Los riesgos de la soledad
Cuando el sentimiento de soledad emocional se instaura, suele traer consigo cierta dosis de tristeza, angustia, ansiedad e incluso miedo. Además, el hecho de no tener un apoyo emocional merma nuestra autoestima y nos desmotiva. Por eso es común que las personas que se sienten solas se sumerjan en un círculo vicioso que les hace perder el interés por el día a día y por emprender nuevas actividades que quizás le ayudarían a conocer a otras personas con las cuales podría compartir gustos y valores. En los casos más severos se llega a la depresión.
¿Qué hacer ante el sentimiento de soledad?
- Buscar el lado bueno en los momentos de soledad. Relacionarlo con actividades que no podemos hacer cuando tenemos compañía (baños relajantes, lectura, música con volumen alto y bailar…)
- Establecer actitud proactiva: intentar mantener contacto con personas, aunque en realidad no nos apetezca (apuntarme a clases de algo que me interese, tomar un café con una amistad que habíamos dejado de lado…)
Si, aun así, no logras evitar este sentimiento de soledad, te recomiendo que consultes a un psicólogo. Es un problema que tiene solución, y en PSICOALFARO te ofrecemos las mejores estrategias para resolver el problema.