Todo el año esperando y por fin… ¡llegan nuestras VACACIONES!, ya sean en forma de fiestas patronales, vacaciones fuera de tu entorno o relajación y ocio en nuestro lugar de residencia. Desde Psicoalfaro, te damos unos consejos para que las aproveches al máximo y vuelvas a la rutina renovado.
- Evita programar cada minuto: es normal planificar el destino y el tiempo, pero cuidado con planificar cada día. Tener programado todo el tiempo libre puede llevar a no cumplir nuestras expectativas. Ser capaz de improvisar permite que nos relajemos y disfrutemos de nuestro tiempo libre. Lo mismo con nuestras fiestas, elije los actos obligatorios a los que quieres acudir y lo demás déjalo a la improvisación y los imprevistos.
- Atrévete a hacer cosas nuevas: trata de salir de tu zona de confort. Verás cómo serás capaz de tomar nuevas perspectivas y tomar distancia de nuestros problemas. Cuando viajas a nuevos lugares y te lanzas a explorar, te concedes a ti misma alejarte de la rutina. En tus fiestas, acude a esa verbena que te parecía sosa, hinca el diente en las degustaciones o simplemente pasea observando a la gente y el ambiente festivo de tu localidad.
- Vive el presente: aprende a desconectar de los problemas y vive el aquí y ahora. Adopta una actitud mindful tratando de disfrutar del momento presente en el que te encuentras, detecta los detalles y trata de conectar contigo misma.
- Busca tiempo para ti: es importante aprovechar las vacaciones para estar en familia o con amigos, pero recuerda que también es una oportunidad para hacer planes por tu cuenta y disfrutar de ti misma. Y aunque estés en fiestas, no te olvides de tus momentos favoritos (baño relajante, película…).
- Planifica y negocia con tus hijos: Puede ser complicado disfrutar de nuestro tiempo cuando estamos preocupados por mantener ocupados a nuestros hijos. En este sentido, lo mejor es planificar qué actividades nos gustaría que hicieran teniendo en cuenta sus gustos y preferencias, y pactarlas con ellos. Si ven que contamos con su opinión será más fácil que accedan a hacerlas y que se sientan motivados para ello. Intenta hacer alguna actividad en familia porque ayudará a reforzar vuestra relación.
- Cánsate: Intenta realizar actividades que puedan cansarte físicamente. Es una buena oportunidad para recuperar el sueño que pierdes durante el año. Además, al realizar actividades que requieren esfuerzo estamos fomentando la producción de endorfinas, las hormonas de la felicidad. En tus fiestas trasnocha si hace falta, no mires el reloj, haz que ese vermú se transforme en cena… Disfruta de cada momento.
¿Cómo nos afectan las vacaciones?
Está demostrado que tomarse unos días de vacaciones fomenta nuestro bienestar físico y psicológico. Pero, ¿qué efectos tiene realmente?
- El descanso ayuda a disminuir el nivel de cortisol, es decir, las hormonas del estrés. Tomarnos unos días de vacaciones reduce nuestro agotamiento mental y nos ayuda a recuperar las energías que necesitamos. Además, nos ayuda a mantenernos sanos físicamente ya que está demostrado que un aumento del estrés fomenta la aparición de enfermedades.
- Aumenta la creatividad. El descanso fomenta nuestra parte más artística y creativa. Al sentirnos relajados desarrollamos nuevas estrategias y activamos áreas mentales que ayudan a tomar perspectiva.
- Tomamos mejores decisiones. El desbloqueo mental que provocan las vacaciones mejora la capacidad de juicio y también la memoria. Cuando te sientes relajada eres capaz de tener en cuenta más información, de ser más analítica que cuando te encuentras bajo presión.
- Mejora la productividad. Ser más productivo no quiere decir que trabajemos durante más tiempo, sino que somos capaces de aprovechar mejor las horas. Aquellas personas que tienen vacaciones para desconectar de la rutina se sienten más satisfechas con su trabajo. Esta satisfacción promueve un mejor clima laboral.
Ya sabes, si estás planteando tomarte unas vacaciones no le des más vueltas porque es realmente beneficioso tanto para ti como para tu alrededor.