La mediación familiar, es un procedimiento de cooperación y de prevención, que tienen como meta la propuesta de soluciones y la resolución de conflictos, entre dos o más miembros de las misma familiar. La mediación debe abrir unas vías de comunicación y diálogo positivo entre los distintos miembros de la familia.
Los mediadores no son, ni jueces, ni abogados, al contrario de lo que pueda pensar mucha gente, ellos no va a decir quién tiene la razón ni va a actuar como juez. El mediador familiar debe escuchar e intentar que las personas de la familia, se escuchen y se respeten, que lleguen a acuerdos y a posibilidades para solucionar el conflicto.
¿En qué casos podemos contar con el servicio de un mediador?
- En primer lugar, la mediación familiar puede ir dirigida a parejas que han decidido separarse o divorciarse o aquellas que han pensado que el divorcio puede ser una buena solución.
- También, al contrario que el anterior punto, la mediación va dirigida a personas, que ya divorciadas o separadas de forma definitiva, quieren modificar su acuerdo parcial o totalmente. Igualmente, y esto suele suceder muy a menudo, existen parejas que recurren al mediador el primer año de divorcio, para valorar las distintas posibilidades, además de como medida de acompañamiento.
- La mediación familiar se desarrolla también en las diferentes etapas del ciclo vital de la familia, como puede ser, en la mayoría de los casos: la llegada del primer hijo, la jubilación, las herencias o el cuidado de personas mayores.
- Uno de los casos más comunes, lo encontramos en la mediación, entre padres e hijos adolescentes. La comunicación y el respeto suele ser la clave fundamental para desarrollar este trabajo con éxito.
- El último de los casos que vamos a ver en el ámbito del desarrollo de la mediación familiar, lo encontramos en la toma de decisiones o resolución de conflictos relacionados con personas con discapacidad o dependencia.
Ventajas de la mediación familiar
- Ayuda a proponer soluciones y resolver conflictos, mediante el diálogo, la comunicación y el respeto tanto a parejas como a cualquier miembro de la unidad familiar. Sin que en ningún momento se llegue a esa etapa del conflicto donde creemos que no podemos hacer más de nuestra parte y queda estancado y sin solución alguna. Personas que piensan que jamás van a resolver sus problemas y que se encuentran estancadas en procesos de discusiones y enfados, acaban por comunicarse para poder encontrar soluciones.
- Disminuye claramente la hostilidad e irritación entre las diferentes partes y facilita o restablece la comunicación. Estas características, restablecerán la posibilidad de encontrar soluciones y llegar a acuerdos.
- Entrena a los diferentes miembros de la familia en la negociación, el diálogo y el respeto para el futuro. No es ayuda en un tiempo limitado, ya que favorece la orientación y entrena tanto a la pareja como al resto de la familia, para futuros problemas o conflictos.
- Ayuda a las personas en conflicto a proponer soluciones y a alcanzar acuerdos satisfactorios para ambas partes. Ayuda también a que los acuerdos sean realistas y de fácil cumplimiento y seguimiento.
- Siempre y como una base de sus principios, respeta la privacidad. Solo conocen o tienen acceso a los entresijos e información del conflicto las partes implicadas y el mediador o equipo de mediadores.
- Aplica una intervención favorable y satisfactoria en lo referido a los niños. Favorece la responsabilidad tanto individual como colectiva de los padres y de este modo previene las respuestas negativas en los hijos, tanto antes como después del divorcio o la separación.
- Dota a las familias de los conocimientos necesarios, en cuanto a las habilidades y estrategias para abordar correctamente las diferentes etapas de ciclo vital de una familia. Hablamos por ejemplo, de la llegada del primer hijo, del embarazo, herencias, jubilaciones, etc…
La familia es algo dinámico, que pasa por diferentes fases. Alguna de ellas puede poner nuestras habilidades y estrategias al límite y llegado un momento, crear fisuras que pueden desquebrajar nuestro hogar, el lugar donde debemos encontrarnos seguros y queridos. Para poder solucionarlo, o si vemos que esto puede ocurrir, no dudes en contactar con Psicoalfaro. La solución a partir de ese momento, podrá estar siempre en vuestras manos.