El frío no sólo se siente en la piel: también puede influir en nuestro estado de ánimo.
Con la llegada de las bajas temperaturas, los días se hacen más cortos y recibimos menos luz solar, un factor clave para regular ciertos procesos biológicos. La luz influye directamente en la producción de serotonina —un neurotransmisor asociado al bienestar— y, cuando disminuye, es habitual notar más cansancio, apatía o irritabilidad.
Además, el frío invita a reducir actividades al aire libre, lo que puede limitar el movimiento y las interacciones sociales, dos elementos que suelen mejorar el ánimo. Pasar más tiempo en interiores también puede generar s

ensación de encierro o rutina, sobre todo si no se compensa con espacios acogedores o actividades agradables.
Sin embargo, el frío no afecta a todas las personas por igual. Algunas disfrutan de esta estación y encuentran en ella oportunidades para el descanso, la calma o prácticas reconfortantes como leer, cocinar o realizar actividades creativas. La clave está en adaptarse: mantenerse activo, aprovechar las horas de luz, buscar compañía y crear ambientes cálidos y agradables.
El frío puede influir en nuestro ánimo, pero con estrategias adecuadas se puede atravesar esta temporada manteniendo el equilibrio emocional. Para ello, desde PSICOAFLARO, te proponemos unas pautas que te ayudarán a sobrellevar esta estación tan compleja anímicamente.
1. Aprovecha al máximo la luz natural
- Sal a caminar durante las horas con más claridad, aunque haga frío.
- Sitúate cerca de ventanas cuando trabajes o estudies.
- Abre cortinas y persianas desde temprano.
2. Mantén una rutina de movimiento
- El ejercicio mejora la producción de endorfinas y serotonina.
- No hace falta algo intenso: caminar, estiramientos, yoga o bailar en casa es suficiente.
- Si puedes hacerlo al aire libre, mejor; si no, busca actividades en interiores que disfrutes.
3. Abrígate bien y crea confort térmico
- La sensación física de frío puede aumentar la irritabilidad o la apatía.
- Usa capas, bufanda, gorro y calcetines calientes.
- En casa, mantén una temperatura agradable y usa textiles cálidos (manta, alfombra, etc.).
4. Fomenta el contacto social
- El frío invita a quedarse en casa, pero eso puede aislar.
- Programa quedadas sencillas: un café, una videollamada, una comida con alguien especial.
- Rodearte de personas mejora y regula el estado emocional.
️ 5. Crea ambientes acogedores
- Iluminación cálida, velas seguras, música suave, aromas agradables.
- Dedica un pequeño espacio para actividades que te relajen o inspiren.
6. Planifica actividades que te ilusionen
- Películas, manualidades, cocina especial, lectura…
- Tener algo que esperar con ganas contrarresta la monotonía del invierno.
7. Cuida el descanso y la alimentación
- Los días fríos pueden alterar ritmos de sueño. Prioriza horarios regulares.
- Incluye alimentos calientes y reconfortantes que sean saludables (sopas, infusiones, cremas).
8. Prácticas de bienestar emocional
- Respiración profunda, mindfulness o pequeños momentos de pausa diaria.
- También puedes llevar un diario emocional para detectar qué te ayuda y qué no.
- Busca ayuda de un profesional cualificado si ves que el frío gana la batalla.