Las estadísticas muestran que cada vez más matrimonios deciden divorciarse. Si este es un paso duro para los adultos, imaginemos para los niños. Es una decisión que no se toma a la ligera, y que la mayoría de los padres piensan en cómo se sentirán sus hijos, muestran preocupación por cómo les puede afectar, pero, ¿conversamos con ellos acerca de lo que va a pasar a partir de entonces? ¿Saben qué significa, por qué lo hemos decidido y qué consecuencias va a tener? No debemos olvidar que un niño tiene la necesidad de saber y la capacidad de comprender (siempre adecuando la información a su edad y su lenguaje).
En este artículo nos vamos a centrar en una época que debería ser muy feliz para los niños; la Navidad, y
especialmente la fecha de Reyes, pero hay diversos motivos que les hacen no poder disfrutar de ellas, y en muchas ocasiones, sufrir consecuencias que les dejarán marca durante toda su vida. Los más usuales son:
- Alguno de los padres, debido al divorcio no se encuentra en el domicilio familiar, por lo que los niños no pueden ver a su padre y a su madre en estas fechas.
- Ninguno de los padres se encuentra en casa: En muchos de los casos, los padres divorciados, se desentienden de sus hijos, argumentando o pensando, que debe encargarse su expareja. Muchas personas utilizan estos días de fiesta para irse de vacaciones.
- Los padres de los niños tienen otras parejas. Muchos niños ven en esto un síntoma de inseguridad y desprotección, ya que piensan que se encuentran en una familia diferente. Muchas veces los padres tienen una pareja que a su vez tiene hijos. Los niños, no entienden, como pueden tener dos familias o una diferente a la que tenían antes. Piensan que sus padres tienen un nuevo hijo y que le hacen más caso que a ellos.
- Los padres tienen parejas diferentes, que pueden llegar a ser odiadas ya que entienden que es una sustitución de su padre o madre.
CONSEJOS PARA ESTAS FECHAS
Desde Psicoalfaro, queremos dejar unas pinceladas de cómo tratar este tema con ellos y cómo actuar para disminuir su malestar e incertidumbre.
- Es importante recibir información acerca de los sentimientos de los niños: conocerlos, comprenderlos e identificarlos en nuestros pequeños.
- Los padres que tengan parejas diferentes, o hijos con otras parejas, deben explicarle, que pase lo que pase ellos son únicos y que siempre los van a seguir queriendo. Hay que decirles que no intentamos sustituir al padre o a la madre. Hay que explicarle las cosas, por muy pequeños que sean, de una manera natural, ya que aunque en el mismo momento no lo comprenda, poco a poco irá asimilando la situación y comprendiendo las cosas.
- Hay que intentar minimizar los cambios en la familia. Si es posible, que el niño, cene donde solía pasar las navidades y comiendo lo que solía comer, dentro de las difíciles y diferentes situaciones de cada familia. Hay que intentar, sobre todo en las primeras Navidades que pase sin sus padres, que no haya gente extraña en casa (nuevos niños, nuevas parejas, familias de estas…).
- Si los niños tienen que pasar unos días con el padre y otros con la madre, es bueno que se le consulte y que entre a formar parte del acuerdo. Así, se sentirá parte de la familia y no será tan doloroso para él el cambio.
- El tema de los regalos, es algo muy complicado en estos casos. Muchas veces los padres entablan una competición sobre los regalos de los niños. Posiblemente, el niño, por muy buenos que sean los regalos nunca se dará Hay que intentar que haya consenso entre los padres y que los regalos sean conjuntos y que estén en la misma casa.
Vuestra misión como padres, es lograr el bienestar de vuestros hijos.
Debéis tener siempre en mente que no sólo es importante que no sufra daños físicos, el daño emocional puede ser tan o más grave que el físico, y estáis en la obligación de intentar hacer todo lo posible para evitar ese malestar.
En estos casos, nunca está de más contar con profesionales que nos puedan orientar, ofrecer pautas a seguir e indicaciones para comprender qué puede estar pasando por la cabeza de nuestros hijos, cuáles son las necesidades que debemos solventar y qué papel jugamos en su desarrollo y salud emocional.