La Navidad es una época que, tradicionalmente y en casi todas las culturas, ha permitido los mejores momentos del año para reunir familias y amigos. Ideal para compartir ilusiones, pensar en reencuentros y en regalos tanto para niños como para adultos… Es una época en la que las distancias se perciben como algo ideal para establecer contactos, regresar a casa, compartir mediante reuniones familiares alegría, además de recuerdos personales de nuestros seres más queridos que por un motivo u otro ya no se encuentran entre nosotros… La Navidad es una época repleta de emociones y sentimientos hacia la familia, hacia los amigos, hacia nuestros seres más queridos.
La Navidad está llena de compromisos que reúnen a toda la familia. Sin embargo, los que deberían ser encuentros de alegría y felicidad pueden terminar, en muchos casos, en conflictos familiares y situaciones incómodas si hay dos o más miembros de la familia que no se llevan bien. Y es cierto, al igual que durante el periodo veraniego se producen la mayoría de divorcios y separaciones, son también muchas las parejas que se separan o familias que se rompen durante las Navidades.
Entre los conflictos más comunes en Navidades encontramos:
- Tensiones de pareja: En época de vacaciones pasamos más tiempo con nuestra pareja. Esto puede desembocar en roces y discusiones que hagan que nuestra ansiedad aumente en cierto grado.
- Organización de los festejos: Este suele ser uno de los motivos de disputa más común en esta época. Elegir el lugar donde se hará la celebración, mediar con toda la familia, escoger los regalos…
- Conflictos familiares: Llegada la Navidad aparecen los fantasmas del pasado. Reencontrarnos con familiares que nos son de poco agrado, retomar disputas no zanjadas o tocar temas sensibles para la familia pueden ser motivos para desencadenar un conflicto durante la cena de Navidad.
- Falta de seres queridos: La Navidad también es una fecha llena de nostalgia para muchos. Recordar a aquellos que ya no están puede generar depresión en ciertas personas.
- Temas personales: Enfrentarse al final del año supone hacer un balance sobre nuestra trayectoria personal. No haber conseguido todo lo que nos habíamos propuesto o encontrarnos en una situación de estancamiento puede ser motivo de frustración. La situación laboral actual o las preocupaciones económicas son dos factores que aumentan la ansiedad.
Desde Psicoalfaro, proponemos una serie de consejos para evitar tensiones y conflictos en esta fiesta tan señalada:
- Expectativas realistas. Ninguna Navidad es perfecta. El mundo comercial tiene una guerra abierta durante la Navidad hacia el consumidor. Es inevitable que algo salga mal. Si la lista de deseos de sus hijos está fuera de su presupuesto, hable con ellos, puesto que un regalo más caro no significa una mayor demostración de amor.
- Tiempo para uno mismo. En ocasiones, el exceso de actividades sociales puede provocar una gran presión sobre la persona. Puede ser recomendable distanciarse de la multitud y dar un largo paseo, escuchar música o leer un libro, actividades que nos conecten con nosotros mismos y nos alejen del consumismo navideño.
- Recordar qué es lo importante. El bombardeo publicitario puede hacerle olvidar lo que realmente significa la Navidad. Si su situación económica es ajustada, recuerde que no es necesario hacer grandes regalos para demostrar el afecto. Una cena de Nochebuena más cara no mejorará sus relaciones personales o familiares. Al contrario, cuando finalicen las fiestas, aumentará su estrés y ansiedad, debido a que tendrá que hacer frente a nuevos gastos. Es mejor recuperar la esencia de las fiestas: el descanso personal, sobre todo a nivel emocional.
- Buscar apoyo. Hablar de la ansiedad con amigos y familiares. Si se siente abrumado, sería importante considerar la visita a un psicólogo para que le ayude a manejar el estrés.
- Evite situaciones peligrosas.Si somos conscientes de que hay dos miembros de nuestra familia que no se llevan bien, conviene ubicarlos en sitios distantes de la mesa. De lo contrario, aumentarán las posibilidades de surgir conflictos innecesarios.
- Elija los temas de conversación. Conviene evitar cualquier tema de conversación que pueda terminar en una discusión. En este sentido, la religión y la política son los principales puntos de polémica aunque también conviene evitar hablar de cualquier punto en el que las opiniones de los dos miembros difieran. Mejor hable de las últimas vacaciones, películas vistas últimamente…
- Cuidado con el alcohol. Es conveniente evitar abusar de la bebida dado que desinhibe y nos puede llevar a decir o hacer cosas de las que, posteriormente, podamos arrepentirnos.
Al final, las cosas no son tan terribles como se espera… así que otro año más, toca intentar disfrutar de estas fiestas, con estas pequeñas pautas, seguro que os será mucho más fácil.
¡Feliz Navidad!